Tafelspitz & Fledermaus: Die Wiener Rindfleischküche

"El alma de la cocina vienesa es la carne cocida", escribió el Feuilletonista Joseph Wechsberg. El emperador Franz Joseph hizo popular la carne cocida porque la consumía casi a diario. Una pasión culinaria, que, por cierto, compartió con Franz Schubert y Adalbert Stifter. Pero no sólo, como informa expertamente la historiadora Ingrid Haslinger. Desde el siglo XV, el consumo de carne de res en Viena era extraordinariamente grande, la carne hervida no faltaba en las tablas nobles ni en la mesa de los ciudadanos. Se convirtió en una filosofía de vida vienesa que sobrevivió a todas las crisis hasta la Segunda Guerra Mundial. Por qué esta pronunciada cultura de carne y sopa se desarrolló en Viena, la autora transmite en su libro, así como datos interesantes sobre electrodomésticos de cocina, partes de carne y su corte. Y se embarca en un viaje de mal humor a restaurantes famosos ("Baan meat hut'n) y restaurantes en la historia de Viena. Además de numerosas recetas, divididas según sopas e insertos, carne de res, así como salsas frías y calientes, la 'Carne literaria' tiene su propio capítulo. Ingrid Haslinger es historiadora, anglist e investigadora asociada en la Cámara de Plata y Mesa de la Corte de Viena. Publicó entre otros "Mesas con Sissi", "Goulash, a Cultural History" y "Of Soups and Terrines - the Eye-catching Career of Food and Equipment". Im Mandelbaum Verlag erschien von ihr: Es möge Erdäpfel regnen - Eine Kulturgeschichte der Kartoffel. Con 170 recetas monasterio culinario - de la cocina de corral de los cistercienses Lilienfelder, el vapor se levantó de la olla - una historia cultural de sopas de todo el mundo.