Über die Hoffnung

«Nunca un filósofo podría pensar en declarar la esperanza una virtud a menos que fuera al mismo tiempo un teólogo cristiano. Porque la esperanza es o virtud teológica, o no es virtud en absoluto. Se convierte en virtud por nada más que por la cual se convierte en virtud teológica. La virtud no es la "pulcritud" y la "valentía" domesticada del ciudadano escupido, sino: su elevación de la persona humana. La virtud es el ultimum potentiae, el extremo de lo que un hombre puede ser; es la realización del ser humano. La virtud es la realización del hombre a un hacer a través del cual se da cuenta de su felicidad. Virtud significa la infalibilidad de la dirección del hombre hacia la verdadera realización de su ser, es decir: hacia el bien. …La esperanza, como el amor, es uno de los gestos primarios muy simples de los vivos. En la esperanza, el hombre se estira "corazón inquieto" extendiendo con confianza la expectativa después del bonum arduum futurum, después del empinado "todavía no" de la realización, lo natural y lo sobrenatural" (de los capítulos II).